Entrevisté 50 candidatos y ninguno fue bueno, ¿el problema soy yo?

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En el fascinante y a veces desconcertante mundo de la contratación, encontrar al candidato perfecto puede parecer una misión imposible. Entrevisté a 50 personas y ninguna parece encajar. ¿Es posible que el problema esté en mi o en mi proceso? Vamos a explorar esta incógnita con un toque de humor.

1. Revisar el proceso de selección

Primero, vamos a examinar los criterios de selección. ¿Estás buscando al próximo Steve Jobs o a alguien con habilidades realistas que se adapten a tu empresa? A veces, nos enfocamos tanto en encontrar al candidato perfecto que olvidamos que la perfección es subjetiva y, en muchos casos, inalcanzable.

Expectativas Realistas: Evalúa si tus expectativas son realistas. ¿Estás pidiendo habilidades de astronauta para un trabajo de oficina? Asegúrate de que los requisitos del puesto sean pertinentes y alcanzables.

Flexibilidad: La flexibilidad en los requisitos puede abrir las puertas a candidatos que, aunque no tengan todas las habilidades desde el principio, pueden aprender rápidamente y adaptarse a la cultura de la empresa.

2. Análisis de la descripción del puesto

La claridad en la descripción del puesto es fundamental. Si tu anuncio de trabajo parece más un acertijo que una oferta laboral, podrías estar espantando a candidatos potencialmente excelentes.

Transparencia: Sé claro y transparente sobre lo que esperas y lo que ofreces. Un candidato informado es un candidato preparado.

Atractivo: Haz que el puesto suene atractivo. Resalta los aspectos positivos de la cultura de tu empresa y las oportunidades de crecimiento.

3. La entrevista en sí

Ahora, pasemos al corazón del proceso: la entrevista. Reflexiona sobre cómo la conduces.

Ambiente Amigable: Crear un ambiente cómodo y amigable puede ayudar a los candidatos a mostrar lo mejor de sí mismos. ¿Estás haciendo las preguntas adecuadas? ¿Permites que los candidatos demuestren sus habilidades en un entorno positivo?

Preguntas Relevantes: Asegúrate de hacer preguntas relevantes que evalúen las habilidades y competencias del candidato. Evita las preguntas tipo examen que pueden intimidar.

4. Feedback

No subestimes el poder de la retroalimentación. Pide a los candidatos su opinión sobre el proceso de entrevista. Esto no solo te dará una nueva perspectiva, sino que también puede ayudarte a mejorar.

Aprendizaje: La retroalimentación es una herramienta valiosa para el aprendizaje. Utiliza esta información para ajustar tu enfoque y mejorar futuras entrevistas.

Anecdóticas: A veces, las anécdotas de los candidatos pueden revelar aspectos que nunca consideraste. ¡Puede ser una experiencia reveladora!

5. Reflexiona sobre tus expectativas

Finalmente, es importante hacer una introspección honesta. Pregúntate si tus expectativas son realistas y si tus criterios de selección son realmente relevantes para el éxito en el puesto.

Autocrítica: Un poco de autocrítica nunca viene mal. Aceptar que el problema podría residir en ti es el primer paso para mejorar.

Ajustes: Realizar ajustes en tus expectativas y en el proceso puede abrir nuevas oportunidades y ayudarte a encontrar al candidato ideal.

Nunca es fácil encontrar el candidato perfecto

En resumen, encontrar al candidato ideal es duro pero no imposible. Revisar y ajustar tu proceso de selección puede ser la clave para encontrar a esa persona ideal que se ajuste a tu empresa. A veces, el problema no son los candidatos, sino cómo se gestionan las expectativas y el proceso de selección.

Con algunos ajustes, podrías encontrar a tu próxima estrella más rápido de lo que piensas. Así que relájate, disfruta del proceso y recuerda que el aprendizaje continuo es parte del viaje. ¡Buena suerte y sigue buscando! ¡El candidato ideal podría estar a la vuelta de la esquina!

Esteban Burneo N. (Después de entrevistar a más de 50 y no encontrar uno)